DIOS LEVANTA A SU PUEBLO DESDE EL NILO

INTRODUCCIÓN.
Egipto es una de las grandes civilizaciones de la historia humana. También, es una de las culturas que aparecen mencionadas en el contexto bíblico con bastante intencionalidad. La primera referencia bíblica de Egipto está en Gn. 12:10-20, cuando Abraham llega a Egipto en busca de alimentos; ya que en Canaán había escasez y hambre. Esto sucedió cerca del año 1900 a.C. Luego Jacob y sus descendientes, por las mismas razones de hambruna fueron a vivir a Egipto, por medio de José, instalándose en la tierra de GOSÉN (Gn. 37-50) Los hebreos, bajo el patriarcado de Jacob, estuvieron en Egipto, por orden del Faraón (Gn. 46 y 47) y vivieron allí 430 años (Ex. 12:40), de los cuales Dios había profetizado que vivirían como esclavos 400 años (Gn. 15:13). Las profecías de Daniel Cap. 11, mencionan al rey del sur, refiriéndose al rey de Egipto. Luego en el año 1250 a.C. Dios libera a su pueblo por medio de Moisés. El libro de los reyes, las Crónicas y los profetas mencionan a Egipto y su juicio.
En el N.T. en Mt. 2:13-15 narra que el niño Jesús y sus padres huyen a Egipto del rey Herodes. La última referencia bíblica de Egipto está en Ap. 11:8, al referirse simbólicamente a la ciudad de Jerusalén.

Por tanto, resulta interesante reflexionar en el aporte de la cultura egipcia a la interpretación del texto bíblico. En esta ocasión vamos a detenernos en el pasaje de Éxodo Capítulo 1, versículos del 1 al 22, y para su análisis vamos a hacer uso del método de Lectura de los 4 lados.

El método de los 4 lados recomienda leer el texto bíblico de forma pausada, además, recomienda leer el texto en más de una ocasión, incluso, de ser posible, en más de una versión. Luego, se recomienda hacer algunas preguntas al texto bíblico para permitir que sea el mismo texto el que exprese su mensaje. Las preguntas que se deben hacer al texto están orientadas en 4 grandes áreas o lados. El primero de los 4 lados es el económico, las preguntas que conviene hacer en ese sentido son las siguientes: ¿Qué producen? ¿Para quién lo producen?; para encontrar el lado social, podemos usar las siguientes preguntas: ¿Qué personas participan? ¿Qué grupos sociales aparecen? ¿Qué conflictos tienen entre ellos? Para encontrar el lado ideológico, las preguntas que nos pueden ayudar son las siguientes: ¿Qué es lo que la gente piensa de la religión? ¿Qué grupos religiosos aparecen? Finalmente, para determinar el lado político del texto, usamos las siguientes preguntas: ¿Quién gobierna? ¿Para quién gobierna? Con las preguntas anteriores, el lector puede acercarse de forma histórico al texto bíblico permitiendo que sea el mismo texto bíblico quien responda.

ANALISIS DEL TEXTO BÍBLICO.
Para el caso del texto de Exodo 1, podemos distinguir el lado económico notando que el versículo 11 menciona como pusieron sobre ellos capataces para oprimirlos con duros trabajos. Y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramsés, también el versículo 14 menciona que les amargaron la vida con dura servidumbre en hacer barro y ladrillos y en toda clase de trabajo del campo; todos sus trabajos se los imponían con rigor. Con lo anterior, el texto bíblico refleja la forma en que los israelitas producían toda clase de obras de infraestructura para los egipcios, incluyendo las ciudades de almacenaje donde habrían de depositar el grano y el alimento. En cuanto al lado social, distinguimos dos importantes grupos sociales, por un lado notamos a los israelitas que habían sido recibidos durante la época de José y, por otro lado, los egipcios que eran la nación huésped. El conflicto entre ambos grupos se expresa claramente en el versículo 12 donde se nos dice que los egipcios llegaron a temer a los israelitas por la forma en que se multiplicaban. En un versículo anterior, en el 10, el faraón se había expresado diciendo: Procedamos, pues, astutamente con él (el pueblo de Israel) no sea que se multiplique, y en caso de guerra, se una también con los que nos odian y pelee contra nosotros y se vaya de la tierra. Para encontrar el lado ideológico del texto, podemos detenernos en los versículos 17, 20 y 21 se menciona al Dios de Israel a quienes las parteras tuvieron miedo de tal modo que no acataron las indicaciones del Faraón; por otra parte, aparece la figura del mismo faraón como un símbolo de poder y autoridad para los egipcios, temido y considerado una deidad, incluso capaz de decidir sobre la vida de las personas, como vemos en el texto leído. Finalmente, para establecer el lado Político, podemos notar como, una vez más, aparece la figura del Faraón quien es el gobernante de turno de la región y quien, además, gobierna para los de su misma raza, lo cual es fuente de conflicto, en este caso, con los israelitas.

ANALISIS DEL HECHO HISTÓRICO. EL MUNDO EGIPCIO.
El historiador griego Heródoto, considerado como el padre de la historia, dice que “Egipto es un don del Nilo”. Efectivamente, la vida del pueblo egipcio dependió siempre del río Nilo, considerado por esta razón, como un dios. Las periódicas inundaciones del Nilo, hicieron de Egipto, país seco y árido, un oasis africano de gran fertilidad. Los desbordamientos fueron motivo de culto e hicieron del egipcio un pueblo agricultor.

Egipto se encuentra en el ángulo noreste de África, limitado por los mares Rojo y Mediterráneo; rodeado por una gran zona desértica y un angosto valle cruzado por el río Nilo. Actualmente limita el Oeste con Libia, al Norte con al Mar Mediterráneo, al Noreste con Israel, al Este con el Mar Rojo y al Sur con Sudán. Cuando Europa no había salido aún de la vida primitiva, Egipto era ya un país organizado, cuya vida trascurría en medio de un absoluto aislamiento, características de las naciones de Oriente.

ASPECTO POLÍTICO
Egipto fue gobernado por treinta diferentes dinastías o familias reales, desde los primeros tiempos de su historia hasta ser conquistado por Alejandro Magno, en el año 332 a.C., durante un lapso que abarca más de 4,000 años.

División de las dinastías:
El período Arcaico (comprendido entre la I y X dinastía)
El período Tebano (comprendido entre la XI y XX dinastía)
El período Saíta (comprendido entre la XXI y la XXX dinastía)

El rey tomó el nombre de Faraón, considerado hijo del sol, quien reunía en sus manos todos los poderes. El primer rey de Egipto fue Menes, fundador de Menfis, capital del imperio a partir de la tercera dinastía. Sus ruinas son actualmente un suburbio arqueológico de El Cairo.

El gobierno administrativo de Egipto, estaba dividido en distritos, llamados nomos, gobernados por príncipes hereditarios o nomarcas, designados por el rey, algo así como señores feudales. Durante la dinastía de los Ptolomeos, después de la muerte de Alejandro Magno, Egipto renació su esplendor, pero el año 30 A,C. quedó sometido al poder de Roma. Egipto perteneció más tarde a los árabes, y después, durante varios siglos, al imperio turco. A fines del siglo XVIII fue invadido por Napoleón Bonaparte, y luego surgió el protectorado inglés. Poco a poco, Egipto se ha ido emancipando de Inglaterra y apoyándose en la herencia musulmana. Con la transformación del reino de Egipto en República, esta independencia se ha logrado totalmente y se ha hecho sentir su plena soberanía en el Canal de Suez en 1956, no sin haber amenazado por ello la paz del mundo, tan débilmente sostenida desde la Segunda Guerra Mundial.
Siempre dentro de su inspiración musulmana, la república egipcia se unió con la República Árabe Unida (RAU), con capital en El Cairo. A raíz de un golpe de estado ocurrido en Siria en 1961, esta unión quedó disuelta hasta el presente, aunque Egipto sigue usando la misma denominación (RAU).

ASPECTO RELIGIOSO
La religión egipcia fue politeísta, era una mezcla de ideas, como la inmortalidad del alma, con un “Tribunal de los muertos”, presidido por el dios Osiris, cuya misión era pesar las almas en la balanza para premiar o castigar las acciones, según fueran ellas. Los egipcios adoraban diversas divinidades, que representaban a los muertos, a los elementos y al sol. Así, adoraban al sol, la luna, el cielo, el río y algunos animales, como gatos, cocodrilos, escarabajos, etc. Simbolizaron en el buey Apis a un dios superior, y le rendían un culto magnífico, en sus grandes y suntuosos templos. Los dioses más populares fueron: Ra (el sol) Osiris (la luna) e Isis (la vegetación).

Su preparación por el más allá se demuestra en el culto a los muertos; se embalsamaban los cuerpos, convirtiéndolos en Momias, “para que el alma encontrara el cuerpo sano, si quería volver a él para descansar”. Construían tumbas monumentales, como las pirámides; los sepulcros tuvieron gran esplendor y atesoraban riquezas inmensas, como lo demuestra la tumba de Tutankamón, que fue descubierta en 1922, junto al río Nilo en los cementerios de Tebas. Contenía maravillosas riquezas, las cuales ocupan ahora casi un piso entero en el Museo Histórico de El Cairo.

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Realmente Egipto constituyó una teocracia, gobierno de pretendido origen divino; sus reyes se llamaban “Faraones”, quien era adorado y respetado como un dios, y ejercía un gobierno despótico. A su muerte se le erigían templos y se le ofrendaban sacrificios; también se proveía a sus tumbas de toda clase de artículos, para que el faraón los usara en la otra vida, según ellos. Los egipcios creían que al morir el hombre, se desprendía de él su espíritu, que vivía una vida futura si el cuerpo no se corrompía. De aquí la práctica del embalsamamiento, en el que rellenaban el cadáver con mirras y resinas conservadoras. Tras un baño de carbonato de sodio y lo vendaban con bandas de hilo.

ASPECTO ECONÓMICO
Egipto alcanzó gran desarrollo en la agricultura; por su condición de región inundable, tuvieron que construir diques de contención, canales, depósitos que les permitieran el cultivo de cereales y practicar la ganadería, caza y pesca. Los egipcios trabajaban el oro, la plata, el bronce y el hierro. Fueron hábiles alfareros; fabricaban vidrio, porcelana y confeccionaban telas dibujadas. Prepararon el papiro y practicaron el comercio, actividades realizadas específicamente por clases inferiores. El acontecimiento contemporáneo más notable de la vida de Egipto y su economía es la apertura del canal de Suez, convertido en una de las llaves maestras del comercio internacional, desde su construcción en 1869.

ASPECTO SOCIAL
Una clave para entender como estaba organizada la sociedad egipcia es son sus clases sociales: Los sacerdotes, los guerreros, los industriales, los escribas, los pastores, los artesanos y los esclavos. Los sacerdotes y los militares eran las clases privilegiadas; las otras, las que constituyen hoy la clase media y trabajadora, estaban formadas por hombres de oficio, como lo designa Heródoto, y el resto del pueblo era esclavo. Los escribas formaban una nutrida burocracia oficial, relativamente comparable a la de los estados actuales.

ASPECTO CULTURAL
Entre los pueblos del mundo antiguo sobresale Egipto por su arte monumental. Ningún otro país conserva ruinas arqueológicas tan impresionantes. Su arquitectura y su cultura son imponentes, hay en ellas grandeza y solidez, como lo demuestra los enormes templos y las pirámides, destinadas a tumbas reales, que se admiran en su suelo. La construcción de las pirámides data de unos 2,800 años A.C. Según cálculos de algunos historiadores, para erigir la mayor de ellas, se emplearon 100,000 obreros durante 30 años. Su escritura jeroglífica tuvo dos formas de expresión: Hierática (utilizada por los sacerdotes) y la Demótica (para el pueblo). La escritura egipcia pudo ser descifrada por el francés Juan Francisco Champollión (1790-1832). Los egipcios idearon un calendario basándose en el movimiento del sol y de los demás astros; ya los sacerdotes de la primera dinastía dividieron el año en 365 días. Primeramente el año egipcio que estaba dividido en tres estaciones de cuatro meses cada una y sólo se componía de 360 días, doce meses de 30 días; pero luego se agregaron al último mes 5 días adicionales.

IMPLICACIONES MINISTERIALES
Los aportes de la cultura egipcia a la historia de la humanidad son notables. El papiro fue una profunda reforma en la difusión del pensamiento, la cultura y, por ende, la civilización. Los primeros rasgos de un lenguaje organizado los encontramos en la cultura egipcia. Su organización social fue notable.

Además, al entender la importancia que tuvo la presencia del río Nilo en la geografía egipcia se puede comprender la influencia naturalista en su religiosidad. Su incorporación de deidades con forma de animales propios de su medio ambiente refleja una fuerte relación entre civilización y medio ambiente. La forma en que ellos aprovecharon su medio ambiente les dio gran ventaja por sobre algunos pueblos vecinos; su creatividad al desarrollar herramientas para enfrentar su entorno dieron un fuerte impulso a su desarrollo social. Hoy en día, podemos inferir la importancia que tendrán esos 3 elementos en el desarrollo personal y social de la humanidad. Primero, en la medida en que seamos más capaces de hacer un uso adecuado y efectivo del lenguaje, en todas sus diferentes expresiones, idiomas y dialectos, entonces seremos, no solo más competitivos, sino, además, mayormente capaces de comunicarnos con nuestros semejantes. Actualmente, hemos superado la etapa del uso del papiro y nos enfrentamos a plataformas virtuales y a un mundo globalizado que nos impone nuevas necesidades de comunicación y nuevos lenguajes que aprender. Cuántas veces hemos visto con indiferencia nuestro lenguaje y cuánto daño se hace, a lo largo de toda la humanidad al hacer mal uso de él, sea callando o usándolo para atacar. El segundo elemento que nos arroja el análisis de esta civilización es el dominio de las herramientas; la creatividad con la cual los egipcios enfrentaron un medio tan hostil como el desierto y las continuas inundaciones del Nilo, así como la capacidad que tuvieron de transformar el entorno a favor de su desarrollo como civilización, llegando al punto de construir edificaciones que, a la fecha, las tenemos como evidencia de su talento para transformar su realidad inmediata. Finalmente, la lección que nos deja la cultura egipcia en relación con el medio ambiente; ya que, no era fácil un entorno en que, por una parte, sufría una continua amenaza de inundaciones por parte del río Nilo, hasta ahora, el más caudaloso del mundo, y por otra parte la hostilidad del desierto el cual se instala en la cultura del mundo egipcio como un símbolo de prueba. Hoy en día, nos enfrentamos a momentos en que la humanidad necesitará definir con mayor intencionalidad su relación con un deteriorado medio ambiente, en el cual hemos sido puestos como mayordomos, es decir, para cuidarlo y gobernar sobre él, pero, a la vez, para rendir cuentas, un día, por él a su creador.

La gran debilidad de la cultura egipcia fue la forma en que canalizaron su búsqueda de sentido y trascendencia. Quizá ningún otro pueblo, con excepción de Israel, tuvo la oportunidad de ver la intervención de Dios con tal cercanía como los egipcios. El texto de Exodo 1 nos revela un enfrentamiento de dioses: el dios faraón y el Dios de Israel, esa constante se va a mantener a lo largo de todo el libro y a lo largo de toda la historia. Faraón quiso ocupar el lugar de Yahvé en la espiritualidad del pueblo egipcio y por ello no logró identificar la presencia de Dios invisible en medio de ellos. Con lo anterior, sobresale la fe del pueblo de Israel quienes fueron capaces de mantener a través de su tradición oral, recogida o compilada luego por Moisés, la fe en el Dios invisible, una de las grandes lecciones de la historia de Israel para la humanidad. Nunca será fácil mantener la fe en una presencia no distinguible a los ojos. Pero Dios decidió revelarse del modo en que necesitáramos de toda nuestra convicción para depender de él.